El desarrollo de las ciudades

Barrio obrero de Estambul (Turquía)


El sol de invierno se hunde en el horizonte lentamente, teñiendo el cielo de tonos rojos intensos. Es una escena de contrastes, donde la belleza natural de la luz lucha por sobrevivir a través de una nube gris de contaminación que la ahoga. Las siluetas de los edificios, bañados por esta luz tenue, se recortan contra el fondo y adquieren una apariencia melancólica y fantasmal. El olor a humo, a polvo y productos químicos carga el ambiente. Mientras, en las calles, la vida cotidiana sigue su ritmo imperturbable. Las personas caminan apresuradas. El ruido de los motores y de los claxones de los vehículos atascados en el tráfico se suma al ambiente caótico de la ciudad. A medida que el sol se esconde, el Estambul se sumerge en la penumbra, pero enseguida, las luces de las farolas y los anuncios publicitarios comienzan a parpadear. Y la ciudad sigue latiendo con la energía de siempre.


 El 2050, el 68% de la población mundial vivirá en ciudades

— Organización de las Naciones Unidas


Suburbio de Amman (Jordania)

La Revolución Industrial conllevó a un movimiento masivo de población del campo a las ciudades en busca de trabajo en las fábricas emergentes, y los núcleos urbanos se expandieron. El crecimiento de las ciudades supuso la mejora de las infraestructuras, los sistemas de alcantarillado o de iluminación, y la aparición de servicios públicos como hospitales, escuelas o bibliotecas. También se construyeron teatros, cines, parques y áreas de ocio para atender las necesidades recreativas y de entretenimiento de los nuevos urbanitas. Sin embargo, el crecimiento acelerado también planteó desafíos significativos. Los barrios industriales, donde se concentraban los talleres y fábricas, eran densamente poblados, con poca consideración por la planificación urbana. Nacieron barrios periféricos, con viviendas pequeñas y masificadas, sin condiciones sanitarias adecuadas, lo que incrementó los problemas de salud pública.pública. 


 En la década de los sesenta, en Barcelona,

llegaron a vivir en barracas unas 100.000 personas

Ajuntament de Barcelona


La industrialización de Barcelona se inició en el siglo XVIII, con las fábricas textiles, que la convertirían en uno de los centros fabriles más importantes de España. La Revolución Industrial supuso un cambio radical en la economía y la sociedad barcelonesa. Las fábricas empezaron a poblar el paisaje urbano, y con ellas surgieron las chimeneas, esenciales para la ventilación y el funcionamiento de las calderas de vapor. En Barcelona quedan cerca de setenta, que recuerdan el pasado industrial de la ciudad, pero había más de 300. Ejemplos destacados son las de los Vapors Vells del Poblenou, una fábrica textil (en la calle Joncar) y una harinera (en la calle del Dr. Trueta) y la del complejo industrial de Can Folch alcoholes y después a hacer harina, testigos del pasado industrial del barrio.


Las tres chimeneas del Poble Sec

El posterior desarrollo de sectores como la industria textil, química, metalúrgica o de la construcción llevó a dos décadas de inmigración intensísima de otras regiones de España, principalmente desde Andalucía y Extremadura. Podía haber trabajo, pero apenas había construcción de nuevas viviendas que, por otra parte, nadie podía pagar, por lo que había que vivir donde se pudiera. Como resultado, el chabolismo adquirió una extensión inusitada. En la década de los sesenta llegaron a vivir en chabolas —el equivalente a los «suburbios» o las «favelas» de otros países—, unas 100.000 personas, principalmente en Sant Andreu, la montaña de Montjuïc y las playas de la Barceloneta y Poblenou, donde todavía se recuerdan barrios como el de Pekín, la Perona o el Somorrostro. Algunos de estos desafíos persisten actualmente en muchas grandes ciudades del mundo, como las dificultades en la movilidad, la escasa vivienda asequible o el desarrollo urbano planificado y sostenible.




Barraquismo en La Perona / Esteve Lucerón

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