La Bisbal: tradición, arte e identidad

Cerámica de La Bisbal

La cerámica de la Bisbal de Empordà es uno de los principales referentes artesanales y culturales de Cataluña. Situada en el corazón del Baix Empordà, esta localidad gerundense se ha convertido históricamente en un centro destacado de producción cerámica, gracias a la combinación de unas condiciones geográficas favorables, una tradición arraigada y un tejido artesano que ha sabido evolucionar a lo largo de los siglos.  

 

La relación de La Bisbal con la cerámica se remonta a épocas antiguas, pero es a partir de la Edad Media cuando se tienen las primeras referencias documentadas sobre la producción de cerámica en la zona. La presencia de arcillas de gran calidad en el subsuelo de La Bisbal y los municipios cercanos permitió el desarrollo de esta actividad. Estas arcillas, de color rojizo y muy plásticas, son ideales para el modelado y cocción de piezas cerámicas.


"La cerámica no es sólo barro, es memoria cocida al fuego
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Inicialmente, la cerámica bisbalense era esencialmente utilitaria. Se producían objetos cotidianos como botijos, jarras, ollas, platos o recipientes para conservar alimentos y líquidos. Sin embargo, con el tiempo, la cerámica de la Bisbal evolucionó hacia una producción más rica y variada, incorporando elementos decorativos, esmaltados y pintados que hoy en día son emblemáticos.

 

La alfarería tradicional, de color pardo o rojizo, es la expresión más primitiva de la cerámica bisbalense. Se trata de una cerámica porosa y funcional, a menudo sin esmalte, destinada al uso doméstico y agrícola. Los botijos, jarras, jarrones u ollas son ejemplos habituales. Pero la cerámica esmaltada y decorada es la que más fama ha dado a La Bisbal. La cerámica vidriada se caracteriza por el uso de barniz o esmalte, que le da brillo e impermeabilidad. Los colores predominantes son el amarillo, verde y marrón, combinados a menudo con decoraciones florales, motivos vegetales o formas geométricas. Entre las piezas más típicas se encuentran platos, baldosas, jarrones, botellas decorativas y figuras populares.

 


La cerámica de La Bisbal se caracteriza por mantener, en muchos casos, procesos de producción artesanales que han pasado de generación en generación. Todo comienza con la selección de la arcilla, que se trabaja manualmente o en torno para darle la forma deseada. Una vez hecha la pieza, se deja secar de forma natural. Después se hornea a temperaturas que pueden alcanzar los 1000 ºC o más, dependiendo de la pieza y del tipo de cerámica.

 

En el caso de la cerámica esmaltada, después de la primera cocción se aplica el esmalte y se vuelve a cocer para fijar sus colores y darle el brillo característico. Esta segunda cocción, llamada “biscuit”, es una de las etapas más delicadas del proceso.

 

Ceràmica de La Bisbal

El municipi acull el Terracotta Museu, un espai dedicat a explicar la història de la ceràmica a la zona, mostrar col·leccions de peces antigues i divulgar les tècniques de producció. El museu està ubicat en una antiga fàbrica de ceràmica rehabilitada, i constitueix un punt de referència cultural i turístic.

 

A més, cada any se celebra la Fira de la Ceràmica de la Bisbal, on es reuneixen ceramistes locals i d’altres indrets per exposar i vendre les seves creacions. Aquesta fira és un dels esdeveniments més importants per als professionals del sector i per al públic aficionat a l’artesania.

 

La ceràmica de la Bisbal és molt més que un producte material: és un símbol d’identitat, una expressió cultural i un patrimoni viu que connecta passat i present. Passejant pels carrers del centre històric es poden veure nombrosos tallers, botigues i forns antics, així com façanes decorades amb ceràmica. En resum, forma part de la memòria col·lectiva de la comarca i contribueix a la projecció de la Bisbal d’Empordà com a capital catalana de la ceràmica.


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