
Los tres anuncios de Alcoholes Antich, en la ronda de Sant
Pau, 32 son muy evocadores, tanto, que si el peatón cierra los ojos, puede que
incluso sienta aún el aroma de las botas de vino. Es raro que se conserven
tantos años después de perder su función de reclamo publicitario, ya que la
antigua casa Alcoholes Antich abandonó el edificio durante la década de los
cincuenta. El edificio era la sede de la empresa, y los murales anuncian
licores populares de la época es. Los dos murales de la fachada parecen
anteriores al de la medianera, pero los tres son difíciles de fechar. Los
carteles de la fachada son de teselas acristaladas, y anuncian anisados, vinos
generosos, alcoholes, coñacs y licores, mientras que el de la medianera de la
calle de la Lealtad está hecho de cerámica vidriada, y anuncia anís, ron,
coñacs y licores.
El
comercio de proximidad y los mercados municipales llenan de vida los barrios de
Barcelona. Hornos, fruterías, pescaderías, carnicerías, mercerías, droguerías y
otros establecimientos son lugares de encuentro, que fomentan las relaciones
sociales y donde hay espacio para la conversación. Son el alma de la ciudad,
promoviendo la vitalidad de los espacios urbanos y contribuyendo a su
desarrollo económico y social. Los comercios locales favorecen la economía, la
cultura y la cohesión, contribuyendo a la construcción de comunidades más
fuertes y fomentando las relaciones sociales más cercanas. El dinero gastado en
el comercio local tiende a reinvertirse en la misma comunidad. Por otra parte,
los pequeños comercios son más propensos a apoyar e implicarse en iniciativas
comunitarias, reforzando el sentido de pertenencia y contribuyendo al bienestar
general. Con siglos de historia, son testigos directos de la evolución de la
ciudad, pero también se modernizan para adaptarse a las necesidades del futuro.

El mercado de los Encants
El mercado de los Encants es uno de los mercados más antiguos
en activo de Europa, con casi ocho siglos de historia, y el mayor en su
categoría. Heredero de la Feria de Bellcaire y conocido popularmente como
Mercat dels Encants Vells, ha tenido un carácter itinerante, ya que se ha
ubicado en diferentes zonas de Barcelona hasta que en 1928 fue trasladado a la
plaza de las Glòries. En 2008, el Ayuntamiento convocó un concurso
internacional para la construcción de un nuevo recinto donde alojar el mercado
de forma definitiva, junto a su ubicación anterior y de edificios tan
emblemáticos como la Torre Agbar o el Disseny Hub. Los Encants no podían ser un
nuevo centro comercial, sino que debía mantener el carácter abierto. Por eso la
propuesta ganadora planteaba una plaza comercial continua en varios niveles,
con el objetivo de generar una experiencia similar a la que podemos sentir
paseando por cualquier calle. Un caos y desorden controlado que ha sabido
perpetuar y mantener el espíritu original del mercado.
Su cubierta, de aproximadamente 25 m de altura, es el principal
elemento que destaca en el perfil de la trama urbana. Está dividida en
diferentes módulos y cada uno de ellos toma una inclinación distinta,
reflejando la luz y aumentando la sensación de ligereza. Con más de 300
paradas, el Mercado de los Encants combina excepcionalmente tradición y
modernidad.

Más allá de los Encants, la tradición de las ferias
callejeras se mantiene en muchos otros lugares de Barcelona. El Rastro de la
Virgen nació en 2012 y es un mercado callejero para vender ropa, libros,
manualidades, arte reciclado y artículos de segunda mano al aire libre,
organizado por los vecinos de la comunidad en el Raval con el objetivo de crear
un punto de encuentro entre residentes del barrio, entidades sociales, peatones
ocasionales, músicos, artistas o cualquier persona que busque alternativas al sistema actual de consumismo. El
mercado ofrece un espacio para todos aquellos que desean deshacerse de cosas
que ya no utilizan y para los artistas que desean mostrar sus productos. Se
celebra cada primer sábado del mes de 12h a 20h. El mercado de segunda mano
conocido como El Flea de la Plaza de Blanquerna, el Lost & Found Market de
la Estación de Francia o el The Two Market en la Calle de Zamora, son otros
mercados callejeros similares que aportan dinamismo a la ciudad y donde siempre
se pueden encontrar tesoros extraños.