Trabajando en el trigal: la producción agrícola

Feinejant en un bladar de l’Atles (Marroc)

Trabajando en un trigal del Atlas (Marruecos)


Desde primera hora de la mañana, Fátima Oukacha trabaja entre las espigas del trigal. La agricultura en las montañas del Atlas es diversa y se adapta a las condiciones de cada región. En los valles del macizo, donde el terreno es llano y las condiciones climáticas son favorables, se cultivan diversos tipos de cereales como la cebada o el trigo. Cuando las plantas han crecido más o menos un palmo, y hasta que el sol seca las matas, Fátima y su familia se apresuran a hacer escardadas diarias para quitar las malas hierbas del campo. Cuando el trigo está duro y no se deja aplastar con los dedos, es señal de que las espigas ya pueden segarse. Hay que hacerlo sin demora, porque una vez seca, la espiga se abre y deja caer al suelo los granos. En los valles del Atlas, como en otros muchos lugares del mundo, hacer de payés es un trabajo duro, ya que la mayoría de los campos todavía se trabajan a mano. 


 El 80% de los alimentos que se consumen en el mundo

son productos de origen vegetal

 Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura


La agricultura es el pilar fundamental que sostiene la vida de la humanidad. Más del 80% de la dieta de los seres humanos se compone de cereales, frutas, verduras y otros productos de origen vegetal. El arroz, el trigo y el maíz proporcionan el 60% de la ingesta energética. Los productos agrícolas son también una fuente importante de materias primas para otras industrias, como la textil, la papelera o la energética.


El cultivo del arroz presenta características singulares que lo diferencian notablemente de otros cereales. La más destacada es su cultivo, tradicionalmente, en campos inundados, conocidos como arrozales. Esta necesidad de agua lo convierte en un cereal muy dependiente del riego, a diferencia de otros que prosperan en terrenos más secos. El Delta del Ebro es una de las más importantes zonas arroceras de España, junto con la Albufera de València, con una producción de más de 100.000 toneladas al año.


Arrozales del Delta del Ebro (Cataluña)

Desde sus orígenes, las técnicas agrícolas no han dejado de evolucionar. Actualmente, el desarrollo de la ingeniería agrícola, el uso de abonos químicos o las innovaciones tecnológicas han convertido a la agricultura en una actividad de carácter industrial. Con las técnicas de principios del siglo XX, un granjero era capaz de alimentar sólo a unas cinco personas, mientras que hoy puede alimentar a más de cien. Aunque la mecanización ha reducido la exigencia de mano de obra, el sector sigue siendo una fuente de empleo y un motor económico importante para muchos países. A nivel mundial, el sector agrícola aporta el 6,4% del PIB y proporciona medios de vida al 40% de la población. En algunas regiones rurales, especialmente en los países en desarrollo, el sector agrario representa a más de la mitad del PIB y de los puestos de trabajo.

 2.600 millones de personas viven de la agricultura

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura


A pesar de los avances tecnológicos, el sector agrícola se enfrenta a desafíos críticos, como hacer frente al impacto del cambio climático o satisfacer la creciente demanda de alimentos debido al aumento exponencial de la población. Para 2050 se prevé que la población mundial será de 9.600 millones de personas, casi 2.000 millones más que la actual. Si el ritmo de consumo se mantiene, la humanidad necesitará tres planetas para abastecer a toda esta demanda. A primera vista se podría concluir que la seguridad alimentaria y la sostenibilidad difícilmente se pueden compaginar, pero no existe otra alternativa. La implementación de modelos sostenibles de agricultura es cada vez más necesaria para alimentar a la población, sin poner en riesgo los ecosistemas ni agotar los recursos naturales del planeta.


Una dona torna dels camps (Marroc)

Una dona torna dels camps (Etiòpia)

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