En la anodina estación de autobuses de Salta, Mateo pasea arriba y abajo su pequeño carrito lleno de aguas y refrescos. Con una mano sostiene un par de botellas que hace pasar a través de las ventanillas de los taxis que se detienen a recoger o dejar pasajeros. En ocasiones, cuando el día avanza y la temperatura se hace más intensa, abre una botella y se remoja la cabeza para refrescarse. De vez en cuando, algún pasajero sediento le compra una o dos botellas. Otros le miran con simpatía y le desean buena suerte. También están los que pasan de largo.
“ Sólo el 0,5% del agua está disponible para el consumo
— Organización de las Naciones Unidas par a la Agricultura y la Alimentación
No se puede explicar la vida de los humanos sin hablar del agua. En promedio, un ser humano puede sobrevivir sin beber agua entre 3 y 5 días. Sin embargo, en condiciones extremas, el tiempo de supervivencia se reduce drásticamente a 1 o 2 días, o incluso menos. Desgraciadamente, las sequías intensas y frecuentes, el crecimiento de la población, la sobreexplotación de acuíferos, la contaminación, la carencia de una gestión adecuada o el consumo excesivo, son elementos que se conjugan en muchos lugares del mundo convirtiendo el agua en un factor limitante para la salud y el bienestar de las personas. Se estima que hoy se consume el 54% del agua disponible. Según la UNESCO, en los próximos años, la cantidad de agua disminuirá en un 30% a consecuencia del cambio climático, y en algo más de veinte años, las reservas hídricas del planeta alcanzarán el límite.
“ Más de 1.800 millones de personas
vivn en áreas con un estrés hídrico significativo
— UNESCO
Dos niñas regresan del pozo (Sudan del Sur)
Como cada día, Nia y Kaya vuelven del pozo con las garrafas llenas, equilibrando la pesada carga sobre la cabeza. Los Dassanech habitan mayoritariamente la zona fronteriza entre Etiopía, Kenia y Sudán del Sur, en los territorios adyacentes al lago Turkana. La etnia cuenta con unos 50.000 miembros. Son un pueblo tradicionalmente ganadero, pero durante los últimos cincuenta años han sufrido una gran disminución del número de reses, principalmente a consecuencia de haber sido expulsados de sus tierras.
En el 80% de los hogares del mundo que no disponen de agua corriente, las mujeres y las niñas son las encargadas de recolectarla en los pozos y en los ríos, debiendo recorrer a menudo largas distancias hasta la fuente de suministro más cercana. A pesar de la dureza del día a día, las dos niñas se cuentan chismes y ríen sin complejos. En la comunidad, la alegría está en las tareas cotidianas que sustentan la vida.
“ 3 de cada 10 personas no tienen acceso a servicios de agua potable,4 de cada 10 no disponen de una instalación básica destinada a lavarse las manos, y 6 de cada 10 no tienen acceso a instalaciones de saneamiento
— Organización Mundial de la Salud
Dos hombres se lavan en un riachuelo (Sudan del Sur)
Millones de personas se enfrentan a diario a enormes dificultades para acceder a los servicios más elementales de agua, principalmente en áreas rurales empobrecidas o en zonas urbanas informales, donde las infraestructuras de agua y saneamiento son limitadas, y donde no se dispone ni siquiera de una instalación básica destinada a lavarse las manos con agua y jabón. Según la Organización Mundial de la Salud, el 30% de la población mundial carece de acceso a servicios de agua potable, y más del 50% carece de acceso a servicios de saneamiento adecuados. El acceso al agua para el consumo no está siempre vinculado directamente a su disponibilidad. También en Europa y Norteamérica hay hasta 57 millones de personas que no disponen de agua potable canalizada en sus hogares, y 21 millones que ni siquiera tienen acceso a los servicios básicos de saneamiento.
Cuando el agua potable escasea, las personas se ven obligadas a consumir agua de fuentes no seguras, como ríos contaminados, aguas estancadas o pozos no protegidos. La escasez de agua dificulta también la práctica de una higiene adecuada, como la limpieza frecuente de manos, que es esencial para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas.
La escasez de agua, la falta de higiene o la falta de un sistema de tratamiento de aguas residuales potencia la aparición y propagación de enfermedades como el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea, la hepatitis A o la poliomielitis. Más de 2 millones de personas mueren cada año por enfermedades diarreicas en todo el mundo. La falta de higiene y el agua insalubre son responsables de casi el 90% de estas muertes, principalmente niños.
“ 1.800 millones de personas utilizan agua proveniente de fuentes contaminadas
— Organización Mundial de la Salud
Un niño se baña en un río sucio (Sudan del Sur)