Publicidad en la andana del metro de París (Francia)
La publicidad, de la que depende en gran medida el sistema
económico actual —por eso suele hablarse de la sociedad de consumo—, es una
herramienta poderosa para informar al público, construir marcas o fomentar el
consumo. A través de la televisión, la radio, internet, revistas, periódicos,
vallas publicitarias o las redes sociales, la publicidad desempeña un papel
importante en la economía, la cultura y la sociedad, induciendo al gran público
a comprar cantidades cada vez mayores de bienes y servicios, implementando
valores, reforzando estilos de vida y normas sociales, o determinando la forma
en que las personas perciben la belleza o la felicidad.
– Raymond Rubicam
A pesar de los beneficios, la publicidad también plantea
muchas dudas relacionadas con la ética o la responsabilidad en la forma en que
presenta productos y servicios, especialmente en cuanto a la veracidad de los
mensajes. El consumo excesivo y la promoción de un estilo de vida basado en el
materialismo suele tener efectos negativos en la salud mental y el bienestar de
las personas, al fomentar la insatisfacción y la ansiedad por tener más. Por
otra parte, la publicidad dirigida a niños y jóvenes puede tener un impacto en
su percepción sobre la realidad, sus hábitos y sus preferencias, lo que lleva a
debates recurrentes sobre el contenido de los anuncios o la necesidad de
regulación del sector. Son muchos los estímulos que generan necesidades que
nunca se pueden satisfacer del todo, y que a menudo son la mayor causa de
infelicidad.

No te preocupes querida, no has quemado las cervezas!
Durante mucho tiempo, la publicidad también ha reforzado
estereotipos de género tradicionales. Los hombres tienen el triple de
probabilidades de aparecer en anuncios en comparación con las mujeres, y
normalmente se muestran en contextos de éxito profesional o deportivo. Sólo el
3% de los anuncios muestra a mujeres en roles de liderazgo o poder. Por el
contrario, el 45% de los anuncios muestran a mujeres en roles tradicionales de
género, como el cuidado del hogar. Además, la publicidad ha jugado un papel
importante en la imagen corporal y la promoción de estándares de belleza
irreales para las mujeres, lo que puede afectar negativamente a su autoestima y
la percepción de su cuerpo. Una publicidad responsable y ética debe equilibrar
los objetivos comerciales con el respeto por los derechos del consumidor y por
el bienestar social.
“ El 68% de los anuncios infantiles promueven roles de género tradicionales;
sólo el 32% muestran niños y niñas en roles neutrales o no estereotipados
– UN Women & Unilever
En
años recientes, ha habido una evolución hacia representaciones más diversas e
inclusivas en la publicidad, desafiando los estereotipos y mostrando una
variedad más amplia de identidades de género y roles familiares. En el cine, la
presión social y las demandas del público han supuesto un incremento de la
representación de personajes femeninos más complejos, empoderados, fuertes y
diversos, así como la inclusión de los conceptos de igualdad de género y
justicia social en las tramas. Sin embargo, en algunos medios y sectores
todavía hay camino por recorrer. En las redes sociales o videojuegos, por
ejemplo, los estereotipos suelen perpetuarse a través de contenido viral que
refuerza los roles, los estándares de belleza o los comportamientos esperados
según el género.
“ El 85% de los personajes principales en videojuegos son masculinos,
y el 50% de los personajes femeninos muestran comportamentos sexualizados
– International Journal of Gender, Science and Technology

Personajes femeninos en videojuegos
Publicidad en las calles de Nueva York (Estados Unidos)