Un plato en la mesa: el consumo de alimentos

Menjar ràpid als carrers de Manhattan (EUA)

Comida rápida en las calles de Manhattan (EUA)


En una esquina de la bulliciosa Manhattan, cerca de Central Park, Ahmed ha convertido su «food truck» en un pequeño oasis gastronómico ambulante que, durante unos minutos, transporta a los comensales directamente a las calles de El Cairo. A medida que el día avanza, el rincón se llena de trabajadores y ejecutivos de los rascacielos cercanos, y hacia el mediodía siempre hay cola. Un falafel o un shawarma son mucho más que simples alimentos; también pueden ser puntos de encuentro, una manera de unir, de inspirar y de conectar a las personas en medio del ajetreo de la gran ciudad.


El consumo de alimentos es un fenómeno transversal y complejo influenciado por factores como preferencias culturales, hábitos, disponibilidad, nivel de ingresos o urbanización. A medida que las sociedades se vuelven más urbanizadas y desarrolladas, las dietas y los patrones de consumo evolucionan hacia una mayor ingesta de alimentos procesados, carnes y productos lácteos, lo que tiene implicaciones para la salud, ya que suelen contener elevadas cantidades de grasas saturadas, azúcares y aditivos que pueden causar trastornos como el carnes. Sin embargo, la conciencia de los consumidores sobre la importancia de la nutrición es más importante hoy que hace unos años, y la demanda de alimentos saludables es cada vez mayor.


“ Más de 2.000 millones de personas en el mundo sufren exceso de peso u obesidad

 Organización de las Nacions Unidas par a la Agricultura y la Alimentación


Restaurant de Beijing (Xina)

Restaurant de Beijing (Xina)

Restaurante de Beijing (China)


El crecimiento exponencial de la población mundial, y el correspondiente aumento de la demanda, supone una presión significativa para el sistema alimentario. La producción de alimentos de forma sostenible es uno de los mayores desafíos para la humanidad. Para 2050, alimentar a una población mundial de casi 10.000 millones de personas requerirá una transformación radical en la forma en que se producen, procesan, comercializan y consumen los alimentos. En este contexto, se calcula que cerca del 30% de los alimentos producidos a nivel mundial se pierden a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo final. 


 En los países desarrollados, una persona desperdicia 115 kg de alimentos cada año

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura


El desperdicio de alimentos supone miles de millones de euros en pérdidas para los productores, comerciantes y consumidores. También es responsable de generar impactos significativos para el medio natural: lanzar alimentos supone el 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero y comporta un uso innecesario de recursos como agua, tierra, fertilizantes, pesticidas o energía. Pero este fenómeno no sólo representa un perjuicio económico o ambiental, sino también ético: más de 800 millones de personas en todo el mundo no pueden satisfacer sus necesidades nutricionales más básicas y sufren hambre. En nuestro país, numerosas instituciones y entidades, con la colaboración de voluntarios y la complicidad de los consumidores más sensibilizados, trabajan incansablemente para recuperar parte de estos alimentos desperdiciados y distribuirlos entre la población que los necesita.


“ La naturaleza nos ofrece una comida gratuita, pero sólo si controlamos el hambre

 William Ruckelshaus 






Una panadera de Luang Prabang (Laos)

Mercados de Beijing (Xina)

Restaurante chino en Sydney (Australia)

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